- ¿Que es el utilitarismo?
1. Utilitarismo“Todo acto humano, norma o institución, debe ser juzgado según la utilidad que tiene, esto es, según el placer o el sufrimiento que producen en las personas” .Jeremy Bentham“La naturaleza ha colocado a la humanidad bajo el gobierno de dos amos soberanos: el dolor y el placer. Ellos solos han de señalar lo que debemos hacer”.2. UTILITARISMO“Las acciones son buenas en proporción a la cantidad de felicidad producida y al número de personas afectadas por la felicidad”.John Stuart Mill“El utilitarista obliga a ser tan estrictamente imparcialcomo un espectador desinteresado y benévolo“.3. Portanto….El UTILITARISMO
- Una acción es moralmente correcta si produce el mayor bien para el mayor número de personas.
- 4. Una acción es moralmente correcta si los beneficios netos sobre los costos son mayores para todos los afectados en comparación con los beneficios netos de todas las otras opciones posibles.
- 5. Una acción es moralmente correcta si sus beneficios son mayores para cada individuo y si estos beneficios superan los costos y beneficios de las alternativas.
- La ética utilitarista es consecuencialista
. Eso quiere decir que, desde el punto de vista de la ética utilitarista, el valor moral de una acción se mide en función de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, las acciones carecen de un valor moral intrínseco, siendo este extrínseco o relacional. Las éticas consecuencialistas se diferencian entre sí en el fin o consecuencia al que deben aspirar las acciones morales. Este es el componente teleológico que las define como tales. Un ejemplo clásico de ética consecuencialista es la hedonista, según la cual nuestras acciones deben llevarnos a la consecución del máximo placer.
- Según la ética utilitarista, a diferencia de la hedonista que hemos puesto como ejemplo, nuestras acciones han de estar orientadas a la consecución de la máxima felicidad para el mayor número de personas. Este fin es, a su vez, un procedimiento decisorio que, a la hora de enfrentarnos a un dilema moral, ha de ayudarnos a decidir el curso de acción más adecuado con respecto a este objetivo.
- El primero en proponer esta teoría ética fue Jeremy Bentham, a finales del siglo XVIII en su obra Introducción a los principios de la moral y la legislación. Su seguidor, John Stuart Mill desarrollaría el punto de vista de Bentham.
1. La ética utilitarista y sus variantes
- La ética utilitarista, al igual que ocurre con otras muchas teorías filosóficas, ha experimentado un notable desarrollo a lo largo del tiempo, de tal modo que se pueden distinguir, además del utilitarismo clásico o utilitarismo de la acción, dos variantes de esta teoría.La primera de ellas es el utilitarismo negativo. En esta versión la tesis principal se formula negativamente, en términos de sufrimiento, en lugar de en términos de felicidad. Bajo nuestro punto de vista es una variante pesimista del utilitarismo. Según el utilitarismo negativo, el valor moral de una acción se mide en términos del sufrimiento que evita para el máximo número de personas. Es una versión pesimista en la medida en que los filósofos que defienden esta posición piensan que, dado que hay más oportunidades de causar sufrimiento que de causar felicidad, seremos moralmente más eficientes si evitamos causar sufrimiento.La segunda versión es el utilitarismo de la regla o de la norma. Muchos utilitaristas de la regla tratan de conciliar la teoría utilitarista con la ética kantiana, como es el caso del prescriptivismo universal de R. M. Hare. Según esta versión, el valor de una acción moral se mide en función de que siga la regla o norma que mayor utilidad proporcione. Hemos de recordar aquí que Kant defendía, a grandes rasgos, que una acción era moralmente valiosa si, y solo si, queremos que todo el mundo, en las mismas circunstancias, elija ese curso de acción.2. Críticas a la ética utilitaristaComo ya sabrá el lector, nada en filosofía está exento de crítica y, en el caso de la ética utilitarista, no se da la excepción. En efecto, el utilitarismo ha recibido diversas críticas. La más interesante de todas, que lo convierte en un principio absurdo impracticable, consiste en el ataque a su supuesto básico, a saber, la capacidad de los agentes morales para medir la cantidad de felicidad que causarán con sus acciones y la cantidad de personas a las que se le causará esa felicidad. ¿Somos capaces de hacer estas mediciones y cálculos? Y en el caso de que lo seamos, ¿lo haríamos en el tiempo suficiente como para actuar en el momento oportuno? Además, enlazado a este supuesto existe otro, según el cual la felicidad es cuantificable, algo demasiado fantástico y digno de toda duda.Otro de sus supuestos básicos que también ha sido criticado consiste en la conmensurabilidad de la felicidad entre personas. En efecto, supongamos que Y es feliz pegando a su hijo, X. Por su parte, el hijo de Y es feliz si su padre no le pega. Ahora bien, la abuela de X es utilitarista y en su mano está dejar que Y pegue a X o impedirlo. La cuestión es que tiene que decidir si la felicidad de Y es equivalente a la de X, además de saber si Y es más feliz pegando a X de lo que X lo es cuando Y no le pega o al revés, que Y es menos feliz pegando a X, de lo que lo es X cuando no le pega Y. En este caso vemos que el utilitarismo estaría en contra del sentido común.De dónde procede el término utilitarismo? En este sentido tenemos que dejar patente que se trata de una palabra que tiene su origen etimológico en el latín. Así, podemos ver que se encuentra conformada por dos partes latinas: el vocablo utilitas, que puede traducirse como “cualidad de útil”, y el sufijo –ismo, que equivale a “doctrina”.El utilitarismo es una doctrina filosófica que sitúa a la utilidad como principio de la moral. Es un sistema ético teleológico que determina la concepción moral en base al resultado final.Una de las éticas filosóficas más importantes del siglo XIX fue el utilitarismo que, podemos dejar patente, tiene entre sus principios fundamentales lo que se conoce como bienestar social. Todo ello sin olvidar tampoco otra de sus máximas u objetivos más relevantes como sería el caso del fomento del conjunto de las libertades.Los resultados, por lo tanto, son la base al utilitarismo. Jeremy Bentham (1748–1832) fue uno de los pioneros en el desarrollo de esta filosofía, al plantear su sistema ético en torno a la noción de placer y lejos del dolor físico. El utilitarismo de Bentham aparece relacionado con el hedonismo, ya que considera que las acciones moral son aquellas que maximizan el placer y minimizan el dolor.Es interesante tener en cuenta que la ruptura que Bentham estableció respecto al clasicismo de las sociedades anteriores la expresó perfectamente en obras tales como la titulada “Introducción a los principios de la moral y de la legislación”.En este tipo y en otros de corte similar dejaba patente que lo bueno será todo aquello que dé placer a un mayor número de personas sin que en ningún caso se tenga en consideración lo que es el estatus social de ellas. Una afirmación que asentó además con la creación y desarrollo de lo que dio en llamar cálculo de placeres, una serie de reglas que le servían para tener claro, en base a esos criterios, qué era bueno y qué era malo.John Stuart Mill (1806–1873) avanzó con el desarrollo de esta filosofía, aunque apartándose del hedonismo. Para Mill, el placer o felicidad general debe calcularse a partir del mayor bien para el mayor número de personas, aunque reconoce que ciertos placeres tienen una “calidad superior” a otros.Entre las aportaciones que realizó Mill al utilitarismo destaca el hecho de que consideraba que la sociedad para poder tener calidad moral debía estar instruida e informada.Es importante tener en cuenta que el utilitarismo supuso un quiebre en la forma de pensar. Mientras que la moral religiosa se basaba en reglas y en revelaciones divinas, el utilitarismo antepuso los resultados. De esta forma, la razón reemplazó a la fe en la determinación de la moral.
El utilitarismo siempre sobresalió por su relativa sencillez. Para pensar si una acción es moral, no hace falta más que estimar sus consecuencias positivas y las negativas. Cuando lo bueno supera a lo malo, puede considerarse que se trata de una acción moral. Más allá del sistema filosófico, la noción de utilitarismo tiene un sentido crítico para nombrar a la actitud que valorar la utilidad de forma exagerada y que antepone su consecución a cualquier otra cosa
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